jueves, 23 de septiembre de 2010

Despedida de bienvenida

Si usted busca la página oficial de la
revista LARVA, le recomendamos dar clic aquí:


Sin embargo, si cree que
terminó naufragando por estas
costas por razones del incierto destino, y sospecha que el
azar o el error le traerán alguna fortuna por aquí,
le recomendamos leer el siguiente texto para conocer de un dibujado
Big-Bang.


*Uno*
Primero, el presente futuro

La revista LARVA es la publicación colombiana de historieta e ilustración. Fundada en 2006 en la ciudad de Armenia, Colombia, es un proyecto editorial único y original creado para descubrir los riesgos y la riqueza artística detrás de la lectura de viñetas.

Con la edición de cuatro números por año y con distribución nacional e internacional, sus páginas reúnen a los mejores exponentes de la narrativa gráfica colombiana y latinoamericana para ponerlos a dialogar en la misma tribuna con las tendencias de la historieta independiente americana y europea. Historietas e ilustraciones son acompañadas por reseñas, columnas de opinión, ensayos breves, diatribas y relatos de ficción literaria que orbitan alrededor de ese atractivo y cada vez menos exótico planeta llamado CÓMIC.

**Dos**
Después, las memorias de una breve época
2006-2010

Desde un principio, si es que hubo algo soñado como "un principio" por los creadores de esta revista, LARVA ha considerado a la internet como un espacio natural para llevar a cabo su designio: usar al cómic para enamorar y abusar... creativamente hablando, por supuesto.

Fue por esta razón que, luego de la publicación del primer número (aquí) en octubre de 2006, se creó este blog para llevar atenta nota de lo que, con pasos chicos pero ambiciosos, se iba construyendo al paso de la revista: publicaciones, eventos, fiestas. Pero entonces, más pronto de lo que el ambiente pudo haber intuido, el blog se fue quedando pequeño para narrar un proyecto editorial que parece llevar latidos grandes. Las entradas, las tablas de links... el diseño se volvió obsoleto para dar cabida a las noticias de nuevas publicaciones, proyectos amigos, participaciones en medios y ferias, viajes y recorridos de la historieta por el mundo, autores y cómplices, pensamientos y tropiezos, quemas públicas, circos de enanos vietnamitas, peleas de gallos patrocinadas por los dobles jubilados de dictadores del Tercer Mundo.

El blog se agotó para cumplir y sumar con amplios pensamientos e imágenes a una pequeña pero animosa movida del cómic colombiano. Y la exigencia se hizo obvia: llegaba el momento de dar el salto a un nuevo bote virtual. Como primer escalón, y por el gusto de las modas, nos hicimos marineros de flotillas atiborradas de amigos y extraños, alegres ruidos que han permitido gritar con fuerza que el cómic en Colombia sí existe: llegamos, entonces, a Facebook y Twitter. Pero, por más que las redes sociales y las nubes de información nos invitaran a jugar, se sentía en justos y extraños el ardor, el deseo de una casa propia.

Fue así como llegó la página www.revistalarva.com Salones más amplios, dispuestos para recibir a un mayor número invitados con mejor aire, gusto y detalle.

Y por allá estaremos de ahora en adelante, desde el momento de publicación exacta de este texto: la última entrada de este blog. Y no volveremos a rezar por estos pagos.

Sin embargo, hemos decidido no hundir la nave. Quedarán aquí, hasta que el infinito borroso de la internet lo permita, las palabras de casi 4 años, unas cuantas entradas que recogen lo que fueron primeros pasos de LARVA. Una postal, una fotografía del cómic colombiano durante la primera década del siglo XXI. Un agradecimiento a lectores y autores que nos han acompañado hasta ahora.

Que quede claro: No sabemos con plena certeza lo que traerá la futura carta de navegación. Ya avanzará el reloj y las memorias se irán condensando en www.revistalarva.com Por ahora, hay que decir que, siendo las 4:46 a.m. del jueves 23 de septiembre de 2010, se congela este blog.

Y siempre sonreirá un balbuceo en la memoria: Las primeras palabras en la red, un 27 de mayo de 2007.

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