La segunda editorrrrrial

Quedamos en que ibamos a estar publicando las editoriales que ya se habían hecho... esta es la del segundo número (marzo 2007). Sólo nos resta decir que ustedes siguen siendo unos lectotres desocupados. Se reciben insultos.

DEL ZAPPING, REVISTAS MALAS Y LECTORES DESOCUPADOS

Usted está sentado frente al televisor esperando a que la gente o las cosas que parecen gente que aparecen en el televisor digan lo que siempre ha esperado oír, pero como todo está igual, al mejor amigo del hombre (que desde hace rato dejó de ser el perro) no le sale nada, solo verdades a medias o chistes de muy mal gusto… zap…El presidente Uribe dijo que el proceso con los paramilitares iba... zap… Chávez insultó a… zap…. Colombia va a hacer la Copa del… zap… El fin del mundo se acerca… zap y zap y zap y zap, así hasta el final de la cochina noche y todo para llegar al mejor y más interesante de los canales de hoy en día… Shshshshshs… Estática en la pantalla. De un momento a otro su reloj marca las cuatro de la mañana y es entonces cuando quiere abrir la boca, estirar sus dedos, su lengua, su cerebro (si le queda), y espera que todo se estire y que pase algo no tan normal, pero al fin apaga el televisor y deja de hacer zap con el control para pasar a hacerlo con el día que va comenzar.

Probablemente usted haya querido hacer zap desde hace rato con nosotros. Pero aquí estamos otra vez, como una larva que de la única forma que puede avanzar es estirándose, que continúa porque tiene apetito, y que una vez más pretende ser devorada.

No traemos nada nuevo pero sabemos que es un paso más hacia el barranco. Se trata de continuar con el ciclo de la larva que quiere terminar con lo que ya comenzó a morder. De pronto no llegamos a ningún lado, eso ya lo sabíamos, pero digamos que nos gustaría sorprender a las personas desde su cotidianidad, a partir de lo que no ven a diario, y esperar a que ustedes nos sorprendan. Cuéntenos qué tal le ha parecido Larva hasta este momento, sugiéranos cosas o díganos que apesta, así todos salimos de la rutina del zap por un rato. Y si no quiere pues vaya y prenda el televisor o métase a Internet y díganos que le dijeron de nuevo y si ve algo distinto esta vez pues considérese un afortunado de esos de los que no esperamos llegar a ser.