jueves, 21 de enero de 2010

Powerpaola pasó por aquí

(Fotografía cortesía de Sarah Giraldo)

Powerpaola y Joni b rondaban por el Quindío desde hacía días. Estaban, para ser exactos, en una finca perdida en las selvas cafeteras, ubicada a algo así como una hora y media de Armenia. ¿Qué estaban haciendo por allá? Pues estaban haciendo lo que saben hacer en Residencia en la tierra, una residencia artística de la región que los arrimó hasta nosotros para unos talleres sobre la creación de historietas.

Así, aprovechando la cercana aparición de ellos, se nos ocurrió plantarles una invitación: visitar el Club de Lectores de Cómic. Y todo se dio para el ya desaparecido sábado 16 de enero. Aceptaron la propuesta de un breve taller de cómics en la mañana y, con Paola, una charla en la tarde. Aquí van algunas memorias:


(Ésta es cortesía Juan Sebastián Trujillo)

Ahí arriba, una imagen del taller que coordinó Joni b. Fue en la mañana, comenzó a eso de las 11 y, ante la avanzada del sol de mediodía, lo mejor fue descansar bajo los árboles del jardín del Museo del Oro Quimbaya. Se hicieron guiños, se compartieron trazos, se criticó y se habló. Luego, en la tarde, fue la charla con Paola. Un poco de chismorreo sobre su trabajo, sus vueltas por el mundo, su relación con el dibujo, su aterrizaje en el cómic y sobre todo lo que ha venido a ser la serie Virus tropical, que publica cada viernes en Historietas Reales y cuya primera parte vio la luz editorial, en papel, hace unos meses.


(Ésta también es de Juan Sebastián Trujillo)

Improvisamos un auditorio en las plazoletas del Museo y, ahí mismo, en unas escaleras tal vez pensadas sólo como escaleras por Rogelio Salmona, arquitecto, la gente se sentó. También armamos una miniferia para que Powerpaola mostrara sus publicaciones, para que algunos se antojaran de las últimas novedades de Truchafrita, recién llegadas a Armenia, y para que unos cuantos más conocieran los números de Larva. La charla, que duró una hora, transitó por la sorpresa y la risa. Muchos no conocían de las viñetas de Powerpaola, pero ya quedó la referencia de una historietista a la que no se le puede negar algo: disciplina.

Fin del evento. Luego de eso, ni más faltaba, caminamos por las calles del norte de Armenia y llegamos hasta El Candil, un café que se ha vuelto excusa para seguir compartiendo con los invitados. Allá tramamos más cosas para 2010, cosas de las que ya hablaremos por aquí. Luego, llegó la despedida. Pero nos volveremos a ver, todos.

A los asistentes, a Powerpaola y a Joni b, muchas gracias. También a los patrocinadores: al Museo del Oro Quimbaya, invaluable compañero de viaje, y a Residencia en la tierra y El Candil, cómplices. Quedan, como siempre, las viñetas.

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Posdata: Aquí encuentran más fotos del evento. A los fotógrafos, también, gracias.

viernes, 15 de enero de 2010

Itinerarios: Las historietas de Powerpaola

Comenzamos 2010 con una nueva actividad del Club de Lectores de Cómic. En esta ocasión tendremos la oportunidad de charlar cara a cara con Paola Gaviria o, como es mejor conocida, Powerpaola. Serán dos horas para perdernos en habladurías comiqueras con ella, creadora colombiana que desde hace poco más de tres años se dio a conocer como historietista. Paola, sin mucha trayectoria pero con disciplina, ha ido inventándose un mundo dibujado con un estilo propio, tan distintivo y particular que es uno de esos que consiguen admiradores o detractores en igual medida.

Entre tantas cosas, el trabajo de Paola llama la atención en dos espacios: Historietas Reales, el comentado blog argentino, y Chicks on comics, otro interesante blog que pone a dialogar a mujeres historietistas de varios continentes. Es por allí por donde Paola publica habitualmente. Del primero vale la pena hablar de la serie Virus tropical, una historieta autobiográfica que se actualiza cada viernes y de la que salen las primeras páginas de una novela gráfica del mismo título, publicada recientemente por La Silueta Editores:


Este libro será también uno de los motivos del encuentro con Paola, pues hablaremos acerca de la creación de esa serie, de esta primera publicación, y exploraremos un tanto sobre lo que piensa acerca de la Novela gráfica como etiqueta creativa y el panorama del cómic en Colombia. Esa es la agenda.

Y atención a lo siguiente: También se programó un taller de creación de historietas para los integrantes del Club y, ajá, claro, para los lectores de este blog. Será desde las 10 hasta las 12.30 del día de mañana, también en el Museo, y será coordinado por Powerpaola y un invitado especial que ronda misteriosamente por tierras quindianas: Joni B. No podíamos dejar pasar la oportunidad de tenerlos a los dos tan cerca y no invitarlos a una parranda comiquera.

Bueno, ya saben entonces que los esperamos en el Museo del Oro Quimbaya (Av. Bolívar 40N-80. Armenia, Colombia) a eso de las 2.30 de la tarde del día de mañana, sábado 16 de enero, para la charla con Paola, y a los que se animen desde la mañana pues nos veremos en el taller.

A la carga: dosmildiez

Han pasado 87 días desde la última actualización del blog, cifra que no alimenta el orgullo y más bien nos viste con muecas de vergüenza. Con el ánimo turbado venimos a poner unas cuantas letras por aquí para tratar de ser sinceros y reconocer que abandonamos el blog por una pizca de pereza mezclada con el coctel de nuestros días de final de año. Pero que quede claro, no es que no hayamos hecho nada durante los últimos meses. Han pasado cosas, muchas, y son algunas de las vainas más interesantes que se pueden contar de toda la historia de la revista, que a principios de noviembre llegó a sus primeros tres años.

Comencemos por uno de los espacios más enriquecedores que hemos construido, el Club de Lectores de Cómic. Este proyecto, que originalmente era una especie de excusa para reunirse con amigos y conocidos a hablar de historietas y otras cosas sabrosas, ha marchado a tan buen ritmo que ya nos hemos permitido organizar para Armenia
(¿y el país?) sendas e inéditas actividades culturales: charlas, coloquios, proyecciones, exposiciones. Durante el año pasado se programaron para el Club 12 sesiones, desde comienzos de agosto hasta finales de noviembre, cada sábado, durante tres horas, desde las 2 hasta las 5 de la tarde. En promedio, a cada sesión asistieron unas 15 personas a las que se les proponían, unas veces con descaro y otras veces con algo de solmenidad, lecturas de historietas cortas y novelas gráficas. Esa era la base. Pero a ratos nos animábamos con películas, entrevistas y hasta con invitados especiales. Así, uno de los momentos memorables fue aquel en el que nos visitaron Joni B y Ernán Cirianni, historietistas.


(Si dan clic en la foto llegarán a un álbum rechoncho. Esta foto es cortesía de Mariana Gil).


Con ellos tuvimos dos días para compartir sobre su recorrido creativo. Por una parte, Joni, autor colombiano con el cinismo suficiente para decir que hace y disfruta de la historieta en un país como el nuestro y, por el otro lado, Ernán, historietista argentino que ha recorrido Latinoamérica construyendo obra, desde la creación y la edición, con un original estilo. El evento central de su visita fue una charla de dos horas en la que comentaron de sus andanzas ante un auditorio cercano a las 50 personas, un número poco habitual para un evento de cómic en Colombia, en especial porque esas 50 personas participaron con gusto e inteligentes observaciones, tanto que al final se regalaron a sí mismas las publicaciones que Ernán trajo desde Argentina para ofrecer en una improvisada miniferia. La cantidad y, especialmente, la calidad del público da cuenta de un proyecto de difusión y formación como el Club, paso clave para crear una cultura de la historieta en Colombia. Vaya cosa.

El Club seguirá con una segunda temporada este nuevo año
. Ya planeamos varias actividades, tendremos nuevos visitantes, y hasta se llenarán paredes y copas con exposiciones. Eso, por decir algo, porque también vendrán noticias sobre la revista, que en pocos días publicará el número 9 y ya prepara maletas para el feliz número 10. Así que comenzamos 2010 con otros aires (¿será?), preparándonos para todas las buenas cosas que están por llegar. A ustedes, por su paciencia, muchas gracias.